domingo, 8 de mayo de 2011

Diego "Gokú" Rivarola


Es curioso como un animé, DragonBall, se vuelve tan famoso que rebasa los límites de su genero, e invade otros mundos tan diferentes como el del fútbol (la intertextualidad aplicada al mundo no literario).

Pensar que Dragon ball solo se relaciona con el mundo del animé, y el futbolista solo con lo deportivo, sin tener ningún tipo de contacto estos mundos, presupone un fuerte prejuicio.

Un lado mira al futbolista como un ente extraño, poco menos despreciable, suprimido de toda capacidad intelectual. ¿Y sus fanáticos?, todos de casta baja; ladrones, pandilleros, delincuentes. El otro lado, mira al mundo del animé y sus fanáticos como seres raros, que pasan horas viendo y alucinando de mil formas con dibujos para niños.

Lo interesante es cuando estos lazos de separación se rompen, y nos damos cuenta que estos dos mundos pueden contactarse. Así fue, el 2001 en un clásico del fútbol chileno (Colo-Colo v/s U. de Chile).

Diego Gabriel Rivarola, un jugador de fútbol del equipo universitario, tras realizar un gol, celebra quitándose la camiseta y deja al descubierto una polera con la imagen de "Gohan" (un personaje de Dragon Ball). El periodista Fernando Solabarrieta, quien estaba narrando el juego, se da cuenta del dibujo, y lo relaciona con Dragon ball pero no exactamente, bautizando a Rivarola como "Gokú". Lo cierto es que el gesto de Rivarola, la fama de Dragon Ball y el pequeño error del periodista, producen un fenómenos llamado intertextualidad perdurable hasta hoy; la hinchada de la "U" identifica con "Gokú"a uno de sus máximos ídolos.

A continuación el nacimiento de "Gokú":

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